viernes, 29 de junio de 2012

Relación con los Padres

La vida familiar está formada por los padres, hijos, hermanos. Pablo recomienda a los hijos cómo deben tratar a sus padres. "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo." (Efesios 6:1)
Los hijos tienen que pensar que la relación con sus padres impone algunas metas para toda la vida. 
Cuando en el libro de Efesios se pide obediencia de los hijos a los padres, dice que esta obediencia es “en el Señor”. Cuando él dice "en el Señor", está diciendo que entre padres e hijos existe una jerarquía. Hay una jerarquía entre Dios y el hombre, esta es un orden espiritual que no tiene forma de ser negado. El ser humano es de Dios, a la inversa no es posible. 
La obediencia no debe depender de la honestidad del comportamiento de los padres, pero se trata de una respuesta espiritual de una persona que trata de vivir de acuerdo a la Palabra de Dios.
Los hijos, estando en formación moral, intelectual y espiritual necesitan de sus padres. Cuando un hijo obedece a sus padres, está reconociendo que está en formación y que estando en formación,  necesita de su apoyo para que su desarrollo sea constante y saludable. 
Usted y su padre son diferentes en los hábitos, costumbres, gustos y preferencias. Tiene que obedecerlo cuando se le pide, por ejemplo, que se organizará de tal manera que usted puede encontrar excesivo. 
Sepa que detrás de la posible exageración de sus padres (como la hora de llegar a casa, por ejemplo), tienen cuidados por ti, quizás, cuanto más es su exageración, mayor es su amor. Él no hace lo que hace por el: lo hace por ti. Entonces acepte sus cuidados, aunque sea exagerada, e intente alcanzar los objetivos que le propone. 
"Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;  para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra."  (Efesios 6,2-3)

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